Era una vez, en una ciudad muy económica,
vivía un estudiante de preparatoria becado, llamado Gustavo Miranda Garfias.Él
es dedicado y dispuesto a ser alguien en la vida de hoy, Pero su familia sufre
de problemas económicos, por lo tanto el carece de medios de comunicación y
medios útiles para su vida escolar. Podía sobrevivir yendo a la escuela, dado a
su beca de 100%, es un estudiante dedicado. Pero llego un día en que la
profesora había asignado un trabajo sumamente complicado, al menos, para
Gustavo, debido a su carencia de computadora, y a lo poco distraído que
era veces, Era perseverante y no se daba
por vencido, pero para pasar esta materia no es suficiente, y lo peor es que si
reprobaba perdería su beca y su oportunidad de entrar a la universidad más
prestigiosa del país, Princeton. Pudo haber sido buena idea, llegar a un café
internet, pero en la ciudad donde vivía, esos lugares eran peligrosos y las
computadoras carecían de calidad suficiente para lograr hacer un buen trabajo.
Desafortunadamente, el sueldo de plomero de su padre no era suficiente, y el
sueldo de la madre menos, ya que lavaba ajeno.
Así que Gustavo decidió juntar su propio
dinero, de esta manera, se dedicó a buscar un trabajo, pero debido a su edad,
había sido rechazado en la mayoría de las empresas en donde solicito trabajo. Y
cuando si le ofrecían un trabajo era menos del sueldo mínimo. Así que Gustavo
decidió después unas horas de pensamiento profundo, decidió, llegar a la única
y última solución posible, empeñar sus cosas de valor, entre esas, su teléfono
celular, su estéreo y su posesión más preciado, su reloj electrónico que le
regalo su padre en la navidad de hace 5 años. De esa manera, logro comprarse su
propia computadora, no era muy moderna, pero era lo que necesitaba.
Posteriormente intento hacer su trabajo pero desgraciadamente no lograba
comprender la información que el Internet le proporcionaba. Sin embargo, esto no fue suficiente para hacerlo
renunciar, salió de su casa y empezó a hacer una investigación de campo por sus
propios meritos. Saliendo a la calle y haciendo su camino por la ciudad podría
resolver su trabajo y lograr su meta.
Entre los lugar que había visitado, la
biblioteca había sido un lugar muy útil. Le ayudo a formar su propio concepto
de lo que investigaba, de esta manera, Gustavo aprendió la teoría pero todavía
faltaba una cosa, la práctica. Dedico su camino a ir a distintas empresas que
le explicaron algunas cosas sin dudar y sin tartamudear. Logro terminar su trabajo,
gracias a todo lo que hizo y aprendió bastante sobre el tema, la maestra lo
felicito pero aun faltaba el examen final. Gustavo no durmió por sus arduas
horas de estudio. Llego un poco tarde al examen el siguiente día, estuvieron a
punto de no dejarlo hacer el examen, pero hablo con la maestra sobre lo que lo
pasó. La maestra comprendió pero lo dejo hacer el examen, con una condición,
una estricta condición, tenía que lograr una calificación perfecta de 10, ya
que solo a el le dio esta inmensa oportunidad, debido a que algunas personas
también llegaron tarde pero a ellas no las dejo pasar. Gustavo con nervios en
su mente, repaso mentalmente lo que estudio o parte de su investigación pero a
la hora de que le entregaron el examen para que lo hiciera, Gustavo se dio
cuenta de que lo que preguntaban ya lo había aprendido antes, gracias a su
investigación de campo previa, de esta manera, logro su cometido y consiguió la
calificación que solicito la maestra. Conservo su beca y logro pasar el examen
de Princeton.
FIN
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