lunes, 23 de septiembre de 2013

A un gran esfuerzo, una gran recompenza

A UN GRAN ESFUERZO, UNA GRAN RECOMPENSA.
Era una vez, en una ciudad muy económica, vivía un estudiante de preparatoria becado, llamado Gustavo Miranda Garfias.Él es dedicado y dispuesto a ser alguien en la vida de hoy, Pero su familia sufre de problemas económicos, por lo tanto el carece de medios de comunicación y medios útiles para su vida escolar. Podía sobrevivir yendo a la escuela, dado a su beca de 100%, es un estudiante dedicado. Pero llego un día en que la profesora había asignado un trabajo sumamente complicado, al menos, para Gustavo, debido a su carencia de computadora, y a lo poco distraído que era  veces, Era perseverante y no se daba por vencido, pero para pasar esta materia no es suficiente, y lo peor es que si reprobaba perdería su beca y su oportunidad de entrar a la universidad más prestigiosa del país, Princeton. Pudo haber sido buena idea, llegar a un café internet, pero en la ciudad donde vivía, esos lugares eran peligrosos y las computadoras carecían de calidad suficiente para lograr hacer un buen trabajo. Desafortunadamente, el sueldo de plomero de su padre no era suficiente, y el sueldo de la madre menos, ya que lavaba ajeno.
Así que Gustavo decidió juntar su propio dinero, de esta manera, se dedicó a buscar un trabajo, pero debido a su edad, había sido rechazado en la mayoría de las empresas en donde solicito trabajo. Y cuando si le ofrecían un trabajo era menos del sueldo mínimo. Así que Gustavo decidió después unas horas de pensamiento profundo, decidió, llegar a la única y última solución posible, empeñar sus cosas de valor, entre esas, su teléfono celular, su estéreo y su posesión más preciado, su reloj electrónico que le regalo su padre en la navidad de hace 5 años. De esa manera, logro comprarse su propia computadora, no era muy moderna, pero era lo que necesitaba. Posteriormente intento hacer su trabajo pero desgraciadamente no lograba comprender la información que el Internet le proporcionaba.  Sin embargo, esto no fue suficiente para hacerlo renunciar, salió de su casa y empezó a hacer una investigación de campo por sus propios meritos. Saliendo a la calle y haciendo su camino por la ciudad podría resolver su trabajo y lograr su meta.
Entre los lugar que había visitado, la biblioteca había sido un lugar muy útil. Le ayudo a formar su propio concepto de lo que investigaba, de esta manera, Gustavo aprendió la teoría pero todavía faltaba una cosa, la práctica. Dedico su camino a ir a distintas empresas que le explicaron algunas cosas sin dudar y sin tartamudear. Logro terminar su trabajo, gracias a todo lo que hizo y aprendió bastante sobre el tema, la maestra lo felicito pero aun faltaba el examen final. Gustavo no durmió por sus arduas horas de estudio. Llego un poco tarde al examen el siguiente día, estuvieron a punto de no dejarlo hacer el examen, pero hablo con la maestra sobre lo que lo pasó. La maestra comprendió pero lo dejo hacer el examen, con una condición, una estricta condición, tenía que lograr una calificación perfecta de 10, ya que solo a el le dio esta inmensa oportunidad, debido a que algunas personas también llegaron tarde pero a ellas no las dejo pasar. Gustavo con nervios en su mente, repaso mentalmente lo que estudio o parte de su investigación pero a la hora de que le entregaron el examen para que lo hiciera, Gustavo se dio cuenta de que lo que preguntaban ya lo había aprendido antes, gracias a su investigación de campo previa, de esta manera, logro su cometido y consiguió la calificación que solicito la maestra. Conservo su beca y logro pasar el examen de Princeton.
FIN


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